La paz interior es algo de lo más buscado y de lo menos encontrado en estos días. Las exigencias y expectativas de la sociedad y de uno mismo generan ansiedad y estrés, que muchas veces provocan un sentimiento de frustración por no lograr lo que se espera o se desea. Este sentimiento negativo tiende a generar círculos viciosos que afectan el bienestar general (la salud, las relaciones personales, la productividad, el estado de ánimo, etc.).
Hay que recordar que somos seres integrales, con necesidades físicas, mentales, emocionales y espirituales. El equilibrio entre estas áreas logra un bienestar holístico, si alguna falla, repercute en todas las demás.
Algunas recomendaciones generales son: